Viernes, 28 de febrero de 2014, 11:40 horas.
Dolor, tristeza, impotencia o rabia son algunas de las palabras que pueden definir los sentimientos que se viven en el tanatorio Hermanos Agüero de Talavera desde que ayer, sobre las tres y media de la tarde, llegase el cadáver de Antonio Fernández Muñoz, un cazador originario de Belvís de La Jara que un 30 de septiembre de 2013 salió a disfrutar de una de sus aficiones con dos ‘amigos’ y encontró la muerte sin saberse aún el porqué.
Precisamente, conocer el móvil, es una de las cosas que les falta por concluir a los investigadores, y así lo expresó el abogado de la familia, Jesús Lázaro, en una improvisada rueda de prensa en los jardines del mismo tanatorio ayer noche, tras leer un comunicado de la familia.
Lázaro señaló que la instrucción del caso “no está cerrada” ya que todavía faltaría determinar la autoría –todo apunta a que fue Rufino ‘El conejo- ; conocer todos los datos de la autopsia –sólo está confirmado un único disparo con arma corta-; qué arma lo mató y a quien pertenece; encontrar efectos personales de Antonio que no han aparecido –como el terminal de telefonía móvil-; y, sobre todo, saber el porqué.
En este aspecto, Lázaro recalcó que la familia no permitirá que se atente contra la “honorabilidad intachable de Antonio” con comentarios “infundados, calumniosos y malintencionados” que no constan en el sumario y que lo único que hacen “es dañar la imagen de una persona fallecida”. El letrado no quiso desvelar qué tipos de rumores circulan, tanto por el pueblo como por Talavera, pero si advirtió que quien los levante tendrá respuesta en los tribunales.
Agradecimientos a los cuerpos de seguridad y a la prensa
La familia, que se posicionó detrás de su representante legal en el encuentro con los medios, quiso agradecer en ese comunicado referido la implicación y profesionalidad tanto de la Guardia Civil como de la Policía Judicial. Asimismo, valoró, e igualmente agradeció, el papel desempeñado por los medios de comunicación que se han hecho eco del caso porque la transcripción fidedigna de las manifestaciones efectuadas por su abogado “sirvieron para provocar comentarios entre los acusados que demostraban su autoría en los hechos”.
También se hizo extensivo el agradecimiento a todos los amigos y conocidos que les han profesado muestras de condolencia y afecto desde que se supo la noticia.
Entierro en la más estricta intimidad
No fue fácil para los familiares de Antonio comparecer, aunque fuera en un segundo plano, ante los medios. Ese gesto implicaba un pacto tácito, respetar el deseo expreso de la familia de enterrar a su ser querido en la más estricta intimidad en su población natal de Belvís de La Jara.
Unas exequias que comenzarán a las cuatro de la tarde con el último responso a Antonio en la iglesia de San Andrés para posteriormente darle cristiana sepultura en el cementerio de la localidad jareña.