Castilla-La Mancha es una región con clara especialización agrícola y ganadera, en la que a la rica tradición se ha sumado en los últimos años un intenso proceso de profesionalización y el desarrollo de una importante industria agroalimentaria que han convertido al sector en uno de los más pujantes de la economía regional.
La variedad de productos que los campos castellano-manchegos ofertan cuenta con el valor añadido de su inigualable calidad y su excelente relación con un precio asequible a prácticamente todos los bolsillos. Todo ello hace que los Alimentos de Castilla-La Mancha sean una seña de identidad y marca de prestigio no sólo nacional, sino también internacional.