Castilla-La Mancha es el segundo productor de aceite de oliva virgen extra a nivel nacional, un dato que pone de relieve la importancia y calidad de este producto y su cultivo y elaboración en tierras regionales, y avalado por la media de 90.000 toneladas que produce en un espacio de cultivo que supera las 400.000 hectáreas. Además, el aceite regional está garantizado por cuatro Denominaciones de Origen: Aceite de los Montes de Toledo, Aceite de La Alcarria, Aceite del Campo de Montiel y Aceite del Campo de Calatrava.