Una veintena de conductores de la empresa de autobuses Avanza, antigua La Sepulvedana, junto a profesionales de Eborabús, representantes de UGT, con su secretario provincial Rubén Martín, a la cabeza, además del presidente local del PP, Gonzalo Lago, y otros concejales de la oposición se concentraron a las 12 horas del miércoles día 4 en la Estación de Autobuses talaverana protagonizando un paro de 10 minutos como protesta por la agresión sufrida el 24 de junio por su compañera Silvia Arroyo y en apoyo a ésta. Recordemos que la conductora de Avanza denunció haber recibido una paliza por parte de varios individuos en la que también se vio inmerso su marido en el apeadero de El Casar de Escalona.
Angel Sedeño, presidente del Comité de Empresa de Avanza en Talavera, calificaba como “indignante la situación de indefensión de los conductores de autobuses, porque al riesgo de la carretera se unen insultos, incluso algunos zarandeos y ahora la agresión de nuestra compañera”. “Se nos hace muy cuesta arriba tener que poner la otra mejilla por un salario base de 740 euros”, se lamentaba Sedeño, quien también denunciaba que el simbólico paro no contase con el respaldo de la empresa. Igualmente, el responsable del Comité de Empresa anunciaba que en próximas fechas está prevista un encuentro con la dirección de Avanza para abordar la seguridad de conductores y viajeros.
El 4 de julio coincidió con el primer día de trabajo de Silvia Arroyo tras su agresión. Minutos después de las 12,30 de la mañana, tras cumplir un nuevo servicio entre Madrid y Talavera, ésta agradecía la solidaridad recibida, a la vez que reconocía no haber superado todavía las secuelas psíquicas por lo sucedido, pero también que “hay que asumirlo y ahora ya estoy más preparada por lo que pueda ocurrir”.
Si (
No(
