Bajo una pertinaz lluvia, la plaza del Ayuntamiento de Cazalegas fue el escenario de la concentración silenciosa de repulsa contra la muerte de su joven convecino, Víctor Manuel González Flores.
Con puntualidad inglesa, la 1 de la tarde, el juez de paz de la localidad, Severino Ortega, leyó un comunicado ante el cerca de medio millar de personas congregadas. Un manifiesto en el que solicitaba justicia ante tan atroz asesinato y en el que expresaban sus condolencias y apoyo incondicional a la familia del fallecido, una familia, que como comentaron representantes del Gobierno Local a La Voz de Talavera.com, “están destrozados y no han tenido fuerzas para asistir a esta concentración”.
Tras la lectura del comunicado, el alcalde, Amando Blanco, decretó tres minutos de silencio en memoria de Víctor Manuel. Entonces un silencio escalofriante recorrió la abarrotada plaza tras los cuales, y de forma espontánea, los asistentes irrumpieron con una sonora ovación repleta de sentimiento afectivo y rabia contenida.
La fachada del Ayuntamiento se convirtió en improvisado altar donde los vecinos depositaron velas en memoria de su malogrado vecino.
Pese a que las delegaciones del Gobierno en Toledo y Extremadura han apuntado que la muerte de Víctor pudo haberla realizado Rafael Robles, los vecinos mantienen su escepticismo porque no se explican “cómo pudo llegar desde la presa del Jerte a Cazalegas, ¿andando?, hubiera robado otro coche y se sabría”.