Uno de los dos detenidos como presuntos autores del asesinato de Antonio Fernández Muñoz el pasado 30 de septiembre en una finca de La Jara, Flores A. G., ha acusado formalmente al otro detenido, Rufino G.G., de ser el autor material del crimen, disparando a la víctima "por la espalda y desde muy cerca".
Así lo ha revelado a LaVozdeTalavera.com el abogado de la familia Fernández Muñoz, el letrado talaverano Jesús Lázaro, añadiendo que tal revelación se produjo durante la toma de declaración de ambos detenidos, por separado, ante el juez, tras un "hábil interrogatorio" en el que al cabo de 40 minutos se produjo la confesión.
El propio Flores A.G. desveló al juez el lugar donde se encontraba enterrado el cadáver de Antonio Fernández, con el que él mismo y su primo Rufino G.G. habían quedado ese día 30 de septiembre para disfrutar de un día de caza. Posteriormente, durante su declaración en sede judicial, Rufino, conocido en la zona por el apodo de 'El Conejo', negó la veracidad de las afirmaciones de su primo Flores y le devolvió la acusación de ser el autor material del asesinato.
Lázaro está firmemente convencido de que el crimen fue premeditado, apoyando sus sospechas en el hecho de que el cadáver fue enterrado en un hoyo de más de un metro de profundidad, que debía haber sido hecho en el suelo con anterioridad, y que una vez tapado incluso plantaron flores encima para disimularlo.
El letrado talaverano subraya la sangre fría de ambos detenidos que, después de asesinar a Antonio Fernández, estuvieron "de copas" y durante los dos días siguientes participaron "como si tal cosa" en las labores de búsqueda del "desaparecido".