Viernes 18 de abril de 2014, 23:21 horas.
El Tribunal Superior de Justicia (TSJ) de Castilla-La Mancha ha ratificado la condena impuesta al Servicio de Salud de Castilla-La Mancha (Sescam) por el Juzgado de lo Contencioso-Administrativo número uno de Toledo el 14 de noviembre de 2011, el pago de 75.000 euros a una paciente por mala praxis en una operación de tobillo llevada a cabo en 2002 en el Hospital Nuestra Señora del Prado de Talavera, tras desestimar el recurso de apelación presentado contra la misma por el Servicio de Salud regional.
En su sentencia, la Sección Primera de la Sala de lo Contencioso-Administrativo del TSJ regional corrobora que la paciente, N.M., no fue informada correctamente de los riesgos de una operación que se ejecutó erróneamente, ocasionando a la joven de 22 años una lesión irreversible en el tobillo derecho, que la impide llevar una vida completamente normal.
El caso, tramitado judicialmente a instancias de la Asociación Nacional del Defensor del Paciente, se remonta al año 2002, cuando a N.M. se le diagnosticó esguince de repetición por lesión en el tobillo, motivo por el que los facultativos le plantearon la posibilidad de intervenirla quirúrgicamente.
Según la citada asociación, “a la joven se le comunicó que la operación solucionaría su problema, sin advertir de los riesgos y las posibles consecuencias lesivas de la misma”.
A las pocas horas de que se le practicara la ligamentoplastia en el tobillo derecho, el 12 de diciembre de 2002, N.M, comenzó a sufrir fuertes dolores en el mismo y también en la rodilla, situación a la que los servicios médicos restaron importancia.
Este dolor, “mucho más intenso que el padecido antes de la operación” según el Defensor del Paciente, no cesó desde entonces y la paciente permaneció con una férula de escayola durante 35 días tras los que comenzó a recibir tratamiento rehabilitador ante la imposibilidad de flexionar el pie derecho".
Al no mejorar su estado, la joven acudió al Servicio de Traumatología del Hospital Sur de Alcorcón, confirmándose allí que el nervio peroneal se encontraba comprimido con la cabeza del peroné.
Una vez diagnosticado el problema, los facultativos madrileños recomendaron la reintervención quirúrgica del tobillo y la liberación del nervio, llevándose a cabo la intervención el 7 de octubre de 2004, aunque el daño a la paciente “era ya irreversible”, según denuncia el Defensor del Paciente y corroboran los tribunales en una sentencia que obliga al Sescam a indemnizar a N.M. con 75.000 euros por mala praxis quirúrgica.