Viernes 10 de Noviembre de 2017.
Varias generaciones de esta Comarca, endeble en el juego político, hemos perdido la oportunidad de ser tratados con equidad, ecuanimidad, rectitud y justicia por una comuna de personas negligentes que se hicieron pasar por socialistas (los del puño en alto) o por socialdemócratas (los que ni el puño levantan). "Ande yo caliente y ríase la gente" debió ser el lema vital de tan flemático grupo. Resulta jocoso que los menos avispados estén convencidos de que los compañeros que gestionan la Junta son amigos sinceros. A los resultados me remito. Y, como el destino aprieta, pero no suelta, llegó doña Dolores.
Durante cuatro años, algunos enajenados por el cambio prometido cedieron la gestión de lo que es de todos al PP de doña Dolores de Cospedal, ignorantes de que ella, y sus bravos, llevaban un programa oculto y surrealista, cuya finalidad era demoler el inacabado "estado del bienestar" desde su condición de abogados del Estado, registradores de la menesterosa propiedad, junto a otros altos funcionarios que se autodefinen como liberales. Una esquizofrenia político-administrativa que, lejos de equilibrarnos con otras comarcas mejor tratadas, continuaron el experimento, iniciado por Bono, consistente en politizar nuestro aguante hasta que la Comarca de Talavera se resignara, como el santo Job, con la diferencia de que Job fue pagado por su gobernante -Dios- al ciento por uno. Nosotros -y nuestros exánimes representantes locales- tal vez hemos reaccionado tarde y desfacer el entuerto cada día es menos posible. Todos somos culpables.
Lo más honesto hubiera sido formar un federalismo intracomunitario, dado que la segunda ciudad más poblada -Talavera- no era capital de provincia, pero sus necesidades vitales y políticas eran -y siguen siendo- superiores a las del resto de pequeñas ciudades-capitales. Ahí están Gijón, Cartagena, Vigo y demás entes no capitalinos que fueron tratadas con el adecuado sentido común sociopolítico, mientras esta Comarca inanimada -sus representantes- aceptó un "surrealismo racial-grupal" que haría descojonarse al mismísimo André Breton de haberse enterado cómo puede ejercitarse en Política el impulso de lo irracional.
Pasar del arte a la grave injusticia social nos recuerda el actual carajal catalán, con la nimia diferencia de que ellos -los separatistas- recibieron tanto que se sienten libres, mientras a nosotros nos dieron tan poco que solicitamos ser "normales en el trato". Para eso, supongo, se celebra esta manifestación ¿Creen que el movimiento de masas compensará el exceso de endorfinas conformistas que todos, no sólo los políticos, hemos mostrado durante varios lustros? Permítanme que lo dude ¿Conocen una manifestación popular/populista que haya conseguido la cuarta parte de lo que demandaba? Yo no. Un par de personas desinteresadas, formadas y con testosterona política, con datos maquiavélicos que comprometan (los hay a puñaditos) logran más que miles de personas recorriendo las calles.
En el PSOE, el 'expulsado' Pedro Sánchez, bien asesorado por Borrell, sería quien, bien informado por gente valiosa y libre de afiliaciones, podrían tomar nota y conseguir que se exija a los actuales responsables una compensación real al eterno desprecio que ha tragado Talavera y sus bravos vividores -que deben mostrar sus ventajas adquiridas- a cambio de tragar ruedas de molino para llevárselo (también hay pruebas). ¿Qué tenían años ha y qué poseen hoy? Esos, sin dudarlo, deberían ser "paseados sobre un borriquillo", simbólicamente, para que el pueblo ignorante del tema manifieste sus sentimientos. Buscarse la vida es comprensible. No arriesgar nada para quienes les eligieron es propio de tipos cicateros.
Claro está que un Ayuntamiento gobernado gracias a dos expulsados de Ciudadanos es poco democrático, aunque lo consienta el Supremo. ¿Creen que están en condiciones de pedir nada, asistiendo al evento, los gestores de la política municipal?
Si se lograra vencer al inmovilismo suicida -del que nada dice la pareja de consejeros de Podemos que conoce bien Talavera- mediante una manifestación, cambiando la política derechista que Talavera sufre desde que Alfonso Guerra decidió enviarnos a su 'amigo' Bono para anularle, podríamos ceder conceptualmente y creer en los milagros. Si Bono o Barreda hubieran venido al mundo en la Comarca desahuciada todo sería diferente. La crisis institucional y territorial andaría por otros lares. Así de simple. Así de cutre.