Jueves 19 de Septiembre de 2019.
El hasta ahora único detenido en relación con la desaparición de Roberto García Solana, vecino de Casarrubios del Monte del que se desconoce su paradero desde el 18 de febrero, quedó el pasado lunes en libertad después de que la titular del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 6 de Illescas diera la orden a la prisión de Ocaña, donde el sospechoso permanecía desde el 25 de mayo.
Así lo ha confirmado hoy el diario La Tribuna, citando como fuente a Manuel García, hermano del desparecido, que mantiene que J.J.V. -iniciales de la identidad del sospechoso puesto en libertad- "está implicado" en la desaparición de Roberto García, añadiendo que "estamos convencidos de que no fue él solo".
ESTAFA CONTINUADA
Según fuentes jurídicas consultadas por El Cierre Digital, a J.J.V. sólo se le puede acusar de momento de un delito de estafa continuada y no de la desaparición y homicidio de Roberto García, algo insuficiente para mantenerlo más de cuatro meses en prisión.
Como hemos venido informando, Roberto García, recién jubilado del puesto de alguacil de Casarrubios del Monte que ahora tendría 64 años, desapareció el pasado 18 de febrero, fecha desde la que su teléfono móvil se encuentra apagado y su familia no tiene noticia alguna de él.
TARJETAS BANCARIAS
La detención de J.J.V. tuvo lugar el pasado mes de mayo en su propio domicilio, que se encuentra muy cerca de la vivienda del desaparecido. El uso de la tarjeta bancaria de Roberto García permitió dar con el sospechoso, que habría sacado dinero de la cuenta de aquél días después de su desaparición en sendas entidades bancarias de Casarrubios y la localidad vecina de El Álamo.
Precisamente en las inmediaciones del cementerio de esta última localidad, ya en la provincia de Madrid, fue encontrado el coche del desaparecido, mal aparcado, en circunstancias que hacían sospechar que no había sido dejado allí por su propietario, persona metódica e incapaz de dejar su automóvil mal estacionado, según un hermano del propio Roberto García.
MÓVIL ECONÓMICO
Todo ello hizo pensar a los investigadores, desde el primer momento, que la desaparición de Roberto García tenía un móvil económico y mucho más cuando trascendió que el desaparecido acababa de cobrar una importante cantidad de dinero -30.000 euros, según algunas fuentes- procedente de la venta de un inmueble.
Manuel García asegura que, al margen de estos últimos acontecimientos, continuarán las batidas para intentar encontrar a Roberto García y prepara una con expertos retirados y en activo de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado para revisar las zonas ya supervisadas en el entorno de Casarrubios del Monte.