El rey de España, Felipe VI, ha presidido este jueves en el Palacio Real de Madrid el homenaje institucional de recuerdo a las víctimas del COVID-19 en nuestro país, 28.413 según cifras oficiales y más de 43.000 según otras fuentes, como la asociación de empresas funerarias y el instituto Carlos III.
Aunque en el transcurso del acto se ha evocado a los fallecidos y se ha alabado la labor de los sanitarios durante los últimos meses de lucha contra el coronavirus, no se ha realizado en ningún momento referencia expresa al número concreto y total de muertos por la pandemia.
En el acto han estado presentes, además de la familia real, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez; el Ejecutivo nacional al completo; el jefe del principal partido de la Oposición, Pablo Casado; altos representantes de la Unión Europea e instituciones internacionales, todos los presidentes de las comunidades autónomas y los expresidentes del Gobierno, excepto Felipe González.
Cabe destacar la presencia, entre los presidentes autonómicos, del jefe del Ejecutivo castellano-manchego, Emiliano García-Page, que ha participado junto a los demás líderes en la ofrenda floral por los fallecidos.
PARTIDOS AUSENTES
En el homenaje han estado representados todos los partidos políticos nacionales excepto Vox, que ve el acto como "una ceremonia exculpatoria" del Gobierno, al que acusa de "ocultar" la cifra real de fallecidos por la pandemia.
Tampoco han participado ERC, Bildu, BNG ni la CUP. Desde ERC han trasladado todo su apoyo y solidaridad con las víctimas, pero creen que el acto supone un "blanqueamiento" de la monarquía, en el que no querían "colaborar".
ROSAS BLANCAS
La periodista Ana Blanco ha sido la encargada de dirigir la ceremonia civil, que se ha celebrado en la plaza de la Armería del palacio Real madrileño y que ha comenzado con el encendido de una llama en recuerdo a las víctimas. Frente a ella todas las autoridades e invitados han depositado una rosa blanca como símbolo de homenaje.
Los únicos que han tomado la palabra, además del monarca, han sido Hernando Calleja, hermano del periodista Miguel Ángel Calleja, fallecido por la pandemia, en nombre de los familiares de la víctimas; y Aroa López, supervisora del servicio de Urgencias del hospital Vall d'Hebron de Barcelona, en representación de los sanitarios.
OBLIGACIÓN MORAL Y DEBER CÍVICO
En su discurso, Felipe VI ha dicho que "el mejor homenaje renovado" que se puede rendir a las víctimas es "la determinación frente a la adversidad y el espíritu de superación del pueblo español", que "muestran el camino a seguir para afrontar y vencer las dificultades".
"Hemos contraído una obligación moral y un deber cívico", ha dicho el jefe del Estado. "La obligación moral de reconocer, respetar y recordar siempre la dignidad de los fallecidos y especialmente el espíritu de esa generación admirable de españoles; y el deber cívico de preservar e impulsar los mejores valores que fundamentan nuestra convivencia", ha añadido.
El acto ha finalizado con la lectura del poema 'Silencio', de Octavio Paz, a cargo del actos José Sacristán; y un minuto de silencio tras el que las autoridades han abandonado el recinto.