El paro ha caído en Castilla-La Mancha en 20.900 personas en el segundo trimestre del año, mientras que ha subido en 55.000 personas en toda España en el mismo período, en un contexto muy marcado por el impacto del COVID-19 en el mercado laboral en la región y en el conjunto del país.
Las cifras del paro, junto con la pérdida de más de un millón de puestos de trabajo en el ámbito nacional, concretamente 1.074.000, son los datos más relevantes de la Encuesta de Población Activa (EPA) correspondiente a los meses de abril, mayo y junio, difundidos este martes por el Instituto Nacional de Estadística.
Según esos datos, Castilla-La Mancha ha sido la segunda comunidad autónoma en términos absolutos en descenso del paro en el segundo trimestre del año, una evolución que el director general de Programas de Empleo, José Luis Cabezas, ha llamado a analizar “con prudencia” en el escenario de distorsión provocado por el COVID.
No obstante, Cabezas ha destacado que el descenso en la tasa de paro en Castilla-La Mancha ha reducido la brecha con respecto al conjunto del país a poco más de un punto, recordando que en el año 2015 esa diferencia era de siete puntos. “Debemos continuar muy vigilantes y trabajando muy duro para reducir el desempleo en la región”, ha asegurado.
POR PROVINCIAS
El impacto de la crisis sanitaria en materia de reducción de la ocupación y de caída de la actividad se ha dado en todas las provincias castellano-manchegas y en todos los sectores salvo en la agricultura, donde la ocupación ha subido en 1.700 personas.
Esos factores no han impedido que, en todas las provincias, salvo en Guadalajara, muy afectada por el sector logístico, el paro haya caído en términos trimestrales: en Albacete en 7.800 personas; en Ciudad Real en 8.700 personas; en Cuenca en 1.700 personas y en Toledo en 7.300 personas.