Finalmente las presiones ejercidas por la familia del fallecido en defensa de sus "legítimos derechos" ha conseguido su objetivo y la autoridad judicial correspondiente ha ordenado que se le practique la autopsia al cadáver de César Heredia Montoya, el sexagenario encontrado muerto el martes en el paraje del Cerro Negro de Talavera de la Reina, tras cumplirse 24 días de su desaparición el 17 de julio pasado en la Ciudad de la Cerámica.
El cadáver, que la familia Heredia Montoya se negaba a enterrar hasta que no se le practicara la autopsia para esclarecer las causas de la muerte, ha sido trasladado a Toledo para que se lleve a cabo su examen forense en el Instituto de Medicina Legal de la capital regional, después de varias horas de tensión, acumulada a la del hallazgo del cuerpo, que han culminado este jueves con la manifestación de familiares y allegados ante los Juzgados talaveranos, como muestra el vídeo adjunto.
Esa ha sido la reacción de la comunidad gitana en Talavera, a la que pertenecía César Heredia, y en especial de su familia, que -como hemos informado- no está en absoluto de acuerdo con que las causas del fallecimiento han sido "naturales", por lo que desde el primer momento ha exigido una investigación a fondo de las circunstancias que han rodeado la muerte de César Heredia, autopsia incluida, porque no creen que "muriera solo".
Aunque, según las fuentes oficiales, el cadáver se encontraba en avanzado estado de descomposición y no presentaba signos de violencia, los familiares de César Heredia no se dan por satisfechos y sospechan que la muerte de éste no le sobrevino estando solo en el lugar en el que fue encontrado su cadáver ni se debió a "causas naturales", por lo que no aceptaron la inicial negativa judicial a autorizar la correspondiente autopsia.
NO PUDO LLEGAR SOLO
Así lo ha manifestado a este diario Josué Heredia, sobrino del fallecido, afirmando que en las condiciones físicas en que estaba César Heredia nadie se cree que pudiera llegar solo y por sus propios medios -no tenía coche- al lugar donde se encontró su cadáver, "a más de 10 kilómetros" -dice- del barrio de La Piedad, donde fue visto por última vez el 17 de julio.
Cabe recordar al respecto que el cadáver de César Heredia fue encontrado por trabajadores de la base que la empresa pública Geacam tiene en el Cerro Negro talaverano, en un paraje elevado para llegar al cual sin vehículo se necesita una larga y dificultosa caminata.
ENFERMO Y SIN MOVILIDAD
Josué Heredia afirma que su tío, de 60 años, sufría insuficiencia respiratoria como consecuencia de una grave operación de pulmón, que se movía dificultosamente ayudado por una garrota y que estaba enfermo y sometido a una fuerte medicación, condiciones en las que "es imposible que mi tío llegara solo hasta donde dicen que encontraron su cadáver, con las cuestas que hay".
La familia Heredia Montoya sospecha que el cadáver de César podía llevar algún tiempo semienterrado entre vegetación y basura en el lugar en el que fue encontrado y que la tormenta y las fuertes lluvias registradas en Talavera el martes por la mañana, horas antes del hallazgo del cuerpo, pudo hacer que 'aflorara' a la superficie y facilitara su visión.
LOS MISMOS DERECHOS
En esas circunstancias, los familiares del fallecido estimaban que la autopsia era necesaria porque la muerte no podía saldarse con un informe del forense realizado en base a una "exploración externa", según Josué Heredia, después de tanto tiempo transcurrido desde su desaparición y exigen que se investigue a fondo la muerte de César Heredia y no se dé por zanjada hasta esclarecer lo sucedido.
"Esto no se puede dejar así -advierte el sobrino del fallecido y portavoz de la familia Heredia Montoya-, porque aunque seamos gitanos tenemos los mismos derechos que los demás. El racismo es muy malo... Hasta a un perro se le presta más atención que la que le han dado a mi tío, tanto desde que desapareció como ahora que se ha encontrado su cadáver", ha advertido el sobrino del fallecido.