Las autoridades sanitarias de Castilla-La Mancha están seriamente preocupadas por el negativo impacto que puedan tener las fechas festivas de la Semana Santa, que tendrá lugar en los primeros días de abril, en la evolución de la pandemia de COVID en la región.
Así lo ha mostrado este martes el director general de Salud Pública de la Consejería de Sanidad castellano-manchega, Juan Camacho, en una comparecencia pública en la que ha informado sobre la reanudación este miércoles de las campañas de vacunación sectorial masiva con AstraZeneca en Talavera Ferial y las cinco capitales de provincia de la región.
Respecto a las cifras de la pandemia de coronavirus en Castilla-La Mancha, Camacho ha señalado que la Incidencia Acumulada (IA) a 14 días en la región actualmente es de 74 casos por cada 100.000 habitantes, mientras que la IA a 7 días es de 32 casos por cada 100.000 habitantes.
“Son cifras estables en las últimas cuatro semanas, por debajo de la media nacional, y que demuestran que las medidas que se adoptaron tras las Navidades fueron muy eficaces”, ha señalado el responsable de la Salud Pública castellano-manchega.
MEDIDAS MÁS IMPORTANTES
En cuanto a las próximas fechas, Juan Camacho ha advertido que “la Semana Santa ya está en puertas y queremos que la pandemia tenga el menor impacto posible, siempre teniendo en mente lo que sucedió en Navidades”.
El director general ha recordado al respecto que de cara a Semana Santa el toque de queda se adelantará a las 23:00 horas; que en los locales de hostelería las mesas en interior serán de hasta cuatro personas y en terraza de seis; que se limitan las reuniones en domicilios particulares a los convivientes y que continúa el confinamiento perimetral a nivel regional.
“Son medidas todas ellas -ha asegurado Camacho- que van encaminadas a conseguir el mejor control posible de la pandemia”.
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