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También está acusado de exorcizar a su víctima, con cuya madre mantenía una relación

J.L.G.M., durante la vista del juicio en la Audiencia Provincial este martes. Foto: Efe/Ángeles Vidsómine
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J.L.G.M., durante la vista del juicio en la Audiencia Provincial este martes. Foto: Efe/Ángeles Vidsómine

El sacerdote juzgado por abusos sexuales continuados a una menor en Talavera niega las acusaciones

Por La Voz de Talavera
miércoles 30 de junio de 2021, 09:04h

El sacerdote acusado de sendos delitos de agresión continuada a una menor en Talavera de la Reina y contra la integridad moral de la misma, cuyo juicio comenzó este martes en la Audiencia Provincial de Toledo, ha negado los hechos de los que se le acusa y por los que el Ministerio Fiscal pide para él una pena de 17 años de prisión, mientras que la acusación particular solicita 22 años de cárcel.

Como hemos informado, la supuesta agresión sexual continuada de la que se acusa al sacerdote, cuya identidad responde a las iniciales J. L. G. M., habría tenido lugar durante varios años en el despacho del acusado en la parroquia San Ildefonso, de la Ciudad de la Cerámica, entre los años 2011 y 2014, que el sacerdote tuvo que abandonar por orden del Arzobispado a raíz de la denuncia del caso, en 2018.

Durante su declaración en la primera jornada de la vista del juicio, que se está celebrando a puerta cerrada y que continuará este miércoles, J. L. G. M. ha negado todos los hechos de los que le acusa su presunta víctima, cuya madre mantenía una relación sentimental con el propio acusado, que ambos han reconocido; la madre ha testificado a favor del sacerdote.

El acusado llegó a la Audiencia Provincial vestido de sacerdote, con alzacuello, gorra, gafas oscuras y mascarilla blanca, tras la que ocultaba su rostro, lo que llamó la atención de la mayoría de los presentes, incluida la abogada de la acusación, María Victoria Vega, que manifestó su "sorpresa" por la aparición de J. L. G. M. "vestido de sacerdote".

VESTIDO DE SACERDOTE

"Me llama la atención que venga así vestido de sacerdote de los pies a la cabeza cuando su defensa se centra en que él mantiene una relación sentimental con la madre de mi cliente. Cuando yo estudié, eso no se podía. Pues ahora se puede", declaró a los periodistas la letrada. "Y me llama la atención que venga a declarar de cura y que jure decir la verdad y no la diga", añadió la abogada.

Durante la primera sesión del juicio, que se ha prolongado durante más de cuatro horas, han prestado declaración el propio acusado, la denunciante -que lo ha hecho detrás de un biombo-, el padre y la madre de ésta, que cuando ocurrieron los hechos estaban atravesando una crisis conyugal y en pleno proceso de separación.

PERSONA DE REFERENCIA

Hay que recordar que, como hemos informado, según el escrito de acusación del Ministerio Fiscal, los hechos por los que se juzga a J. L. G. M. se remontan al año 2011, cuando el acusado se convirtió en director espitirual de la que luego se convertiría en su víctima, que entonces tenía 14 años y vivía una situación de "angustia y confusión" derivada de la crisis matrimonial que atravesaban sus padres.

Convertido en "persona de referencia" para ella, el sacerdote habría aprovechado esa situación para llevar a cabo abusos y agresiones sexuales a la menor entre enero de 2011 y junio de 2013, llevando a cabo su "comportamiento lascivo" aprovechando el "aislamiento familiar" de aquélla.

EXORCISMO Y AGRESIÓN

Según el propio escrito de la Fiscalía, el acusado y la madre de la victima, con la que supuestamente el sacerdote mantenía una relación, sometieron a la menor a un "exorcismo" para quitarle el "demonio" que, según ambos, tenía dentro; al día siguiente del exorcismo, el sacerdote citó a la adolescente en su despacho "con el pretexto de continuar con el exorcismo" y la agredió sexualmente.

"Después de esta situación, el comportamiento del acusado se repitió", añade el Ministerio Fiscal, que narra diferentes episodios de agresiones sexuales e incluso físicas, como la paliza que presuntamente recibió la víctima uno de los días que opuso resistencia, teniendo que ser atendida en el hospital Nuestra Señora del Prado, de Talavera.

AMENAZAS

Para justificar su actitud, el sacerdote decía a la menor que "no tuviese miedo, que era lo que Dios quería" y que si decía a alguien lo que estaba pasando "nadie la creería", llegando a amenazarla con que "si lo contaba, la mataba".

Todo ello -señala el Fiscal en su escrito de acusación- ha causado en la víctima "padecimientos psiquiátricos compatibles con haber experimentado acontecimientos traumatizantes, como pueden ser los abusos-agresiones sexuales continuados en el tiempo, que la víctima vivió en soledad durante años en una situación de vulnerabilidad".

PRISIÓN E INDEMNIZACIÓN

Además de los 17 años de prisión, el Fiscal solicita que se condene al acusado a someterse a libertad vigilada durante otros 10 años, que se le prohíba durante 20 años comunicarse con la víctima y/o acercarse a ella a menos de 300 metros, que la indemnice con 50.000 euros por los daños morales sufridos y que se le se inhabilite para cualquier profesión u oficio que conlleve el contacto regular con menores.

El acusado, a su llegada a la Audiencia Provincial de Toledo, vestido de sacerdote. Foto: Efe/Ángeles Vidsómine

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