El Gobierno de Castilla-La Mancha ha movilizado en un año más de 672 millones de euros “sólo para paliar los efectos de la crisis y mantener negocios”, según ha dicho este lunes en Cuenca el presidente del Ejecutivo autonómico, Emiliano García-Page, que ha significado que el montante de tal inversión es equivalente a lo que cuesta el hospital conquense "multiplicado por cuatro veces y media".
Según ha explicado García-Page, que ha acudido a Cuenca a inaugurar el Congreso 'Raíz Culinaria', esta inversión está enmarcada en el Plan de Medidas Extraordinarias por el COVID, con la que se han convocado más de 60 líneas de ayudas, se han realizado 66.000 resoluciones a beneficiarios “y hemos evitado la pérdida de 24.000 puestos de trabajo”.
Se trata, según ha señalado el Presidente castellano-manchego, de "un esfuerzo que no se ha conocido nunca antes, en ninguna crisis”, subrayando el hecho de que “somos la región que más está gastando en la lucha contra el COVID, la que más está invirtiendo en el conjunto de España y, con mucha diferencia, en la recuperación de la pandemia”.
En su intervención, Emiliano García-Page ha insistido en el derecho que tiene la ciudadanía a “perder el miedo y a recuperar la confianza, seguridad y tranquilidad” tras los efectos de la crisis sanitaria y ha augurado un buen futuro en el crecimiento y la recuperación de la región. “No rechazamos crecer, sino que queremos ser los que más crecen, aunque también queremos ser los que más repartan”, ha señalado.
FACTOR ESTRUCTURAL
Respecto al Congreso que ha inaugurado hoy en la capital conquense, el líder del Ejecutivo regional ha felicitado a todos los premiados en el mismo, afirmando que “aquí reconocemos y ponemos en valor la gastronomía regional" y recordando que hace años “el turismo en España estaba sólo relacionado con la playa y era un fenómeno estacional".
"Entonces -ha indicado- no se consideraba al turismo en el conjunto de la economía como un elemento tractor, pero fue el que abrió una ventana al exterior y nos hizo pasar del aislamiento a la apertura” y "algo similar -ha añadido- ha ocurrido con el turismo gastronómico. “La gastronomía en Castilla-La Mancha se convirtió en un factor estructural dentro del turismo hace tiempo”, ha subrayado.
Tras poner en valor la capacidad turística que tiene una ciudad como Cuenca gracias a su patrimonio natural, cultural y, por supuesto, gastronómico, García-Page ha finalizado su alocución ensalzando el trabajo diario del sector gastronómico regional porque “repartís empleo, riqueza y felicidad... Y mal Gobierno seríamos si no lo reconociéramos”.