Varias familias de Talavera de la Reina se han sumado a la ola de solidaridad del pueblo español con el ucraniano, víctima de la invasión militar que está sufriendo su país por parte de Rusia, y han recibido y acogido a ciudadanos procedentes de Ucrania que han llegado a la Ciudad de la Cerámica en calidad de refugiados.
Entre ellos, Yana, su madre, Larysa, y sus hijos de 5 y 2 años, que llegaron a Talavera este fin de semana huyendo del terror de su ciudad, Jarkóv, en la que ha tenido que quedarse el padre de familia movilizado para defender militarmente a su país, y que provisionalmente han sido acogidos por una familia talaverana; este mismo lunes estaban tramitando su documentación en el Centro Social 'Jaime Vera'.
Tanto esta familia ucraniana como otras que se prevé que lleguen a Talavera durante los próximos días y semanas serán beneficiarias de la iniciativa solidaria que han puesto en marcha dos abogados con raíces talaveranas que ejercen su profesión en Madrid y que no han dudado en viajar hasta la frontera de Hungría con Ucrania con sus coche y furgoneta cargados de medicinas y alimentos, primero, y en trasladar a una decena de mujeres y niños a nuestro país, después.
Nos referimos a Antonio Arenas Torres, nieto del doctor Felipe Torres Pazos, que ejerció durante muchos años como médico pediatra en la Ciudad de la Cerámica, y su padre, abogado como él, que a la vuelta de su singular viaje a la frontera húngaro-ucraniana han puesto en marcha una operación solidaria, con 'valor añadido', para dar cobijo a familias de refugiados procedentes de Ucrania y que tiene en Talavera uno de sus pilares.
SOLIDARIDAD CON PLUS
Frente a otras iniciativas solidarias que han surgido en nuestro país para recibir a refugiados ucranianos con familias de acogida, el plus de esta iniciativa solidaria radica en que los grupos y personas procedentes de Ucrania beneficiarias de la misma contarán con una vivienda propia, qur disfrutarán en régimen de alquiler sufragado por el promotor y los colaboradores de esta acción, para que puedan desarrollar su vida de modo independiente y sin cortapisas.
Para conseguir su objetivo, Antonio Arenas y sus colaboradores en tan noble causa necesitan pisos en alquiler a cuyos propietarios se les garantizará el cobro de al menos 6 mensualidades de renta y que serán destinados a dar cobijo a familias ucranianas; de momento, en Talavera ya cuentan con cuatro, en estos momentos pendientes de acondicionar para recibir a sus inquilinos, aunque se espera que el número aumente para cubrir las necesidades.
En ese sentido, quienes estén interesados en sumarse a esta iniciativa solidaria y ofrecer sus viviendas para alquilarlas a las familias ucranianas, informándose de las condiciones, pueden hacerlo vía correo electrónico en la dirección [email protected] y por vía telefónica en el número 640703609.
VIAJE A LA GUERRA
Por lo que respecta a cómo surgió la idea y cuáles fueron los elementos motivadores de la misma, el propio Antonio Arenas Torres ha narrado a La Voz de Talavera su experiencia con el relato en primera persona que ofrecemos a continuación.
Es viernes 4 de marzo, estoy trabajando en la oficina y recibo un Whatsapp de mi padre:
- ¿Qué haces este fin de semana?
- Nada especial, le respondo.
- ¿Por qué no llenamos la furgoneta de ropa, comida y medicinas, y nos vamos a Ucrania a ayudar en lo que podamos?
- ¿Estás en serio?
Lo cierto es que mi padre, aventurero de segunda profesión, llevaba días rumiando de indignación con todo lo que rodea esta crisis de refugiados. Si bien al principio pensaba que era una broma, pronto se puso serio y no le pude decir que no. Enseguida empecé a mover la operativa.
La respuesta que obtuve de mis compañeros de The University of Chicago Booth School of Business, fue simplemente espectacular. Inmediatamente Andris Szabo se ofreció a coordinar la operativa desde Hungría, y Koldo Aranguren se unió con su coche lleno de mercancía. Antes incluso de tener un plan, Andrew Velasco, que vive en Londres, ya se había sacado un vuelo a Burdeos dónde nos pidió que le recogiésemos.