Una crónica de Fernando Rovetta*
Hace diez años nacía en el Kurdistán Aylán Kurdi. Tres años después, el 2 de septiembre de 2015, moría huyendo con su padre de la guerra de Siria. La fotografía de este niño ahogado en la playa conmocionó a la opinión pública. Desde nuestra Plataforma por la Paz en Talavera de la Reina organizamos una concentración.
Días después se creó en el Ayuntamiento talaverano una Mesa de Acogida a Refugiados que sólo se reunió una vez. Se nos remitió a la Mesa homóloga autonómica en Toledo. Al tratar de visitarla constatamos que era la sede del Colegio de Trabajo Social, pero que allí nadie sabía de la existencia de tal Mesa.
Valga esa referencia como antecedente: la diferencia entre la reacción social y la administrativa frente a tragedias bélicas es relevante. Mientras la primera es espontánea, creativa y generosa, al menos mientras el tema resulte mediático; la segunda, si bien más lenta y burocrática, se espera que ofrezca una garantía de continuidad una vez que el tiempo vaya transcurriendo. Sin embargo, hay algunos indicios que permiten dudar que esto vaya a ser así con los refugiados ucranianos. Cabe analizar unos datos y casos para ponderar si es razonable esta sospecha.
RESPUESTA TALAVERANA
Los refugiados huyen de una guerra que amenaza con extenderse en el tiempo y en el espacio. Para este último supuesto, con razón se alarma Luis Ángel Aguilar señalando que Albacete es la sede europea de la Escuela de Pilotos de la OTAN (TLP); la que, junto al Centro de Operaciones Aéreas Combinadas (CAOC) de Torrejón, distan muy pocos kilómetros de centros urbanos.
Resulta paradójico que la ciudad que fuera la sede de las Brigadas Internacionales que luchaban contra el fascismo hace 86 años, y recibía respaldo militar desde Moscú, pudiera estar en su diana al tener Rusia hoy una “democracia orgánica”, es decir, dictatorial.
Talavera, que fuera después de Albacete la segunda ciudad más poblada de Castilla-La Mancha, organizó la respuesta solidaria a los refugiados ucranianos en tres momentos. Tras una multitudinaria concentración en Plaza del Pan, se recogió en una nave de calle Cerería una ingente cantidad de ropa y comestibles, suficientes para enviar dos trailers con 25 y 11 palets de mercancías a la frontera de Polonia con Ucrania.
CLASES GRATUITAS
Como resultado de este proceso, por iniciativa de Olena y Victoria, cuatro mujeres ucranianas, una moldava y una española generaron la Asociación Talavera con Ucrania, que continúa recibiendo mercancías en calle Sol 18. Una de ellas, Iryna, imparte clases gratuitas de español para ucranianos en Suit Academy. Entre todas, facilitaron que familias españolas y ucranianas radicadas ya en Talavera pudieran acoger a sus familiares que buscaban refugio.
En Talavera, como en otras ciudades, es difícil encontrar pisos o casas donde las familias de refugiados puedan vivir solas, como en sus domicilios de origen. Quizá los bancos que se muestran solidarios con los refugiados podrían ofrecerles las casas que tienen cerradas tras desahuciar a sus moradores.
FAMILIAS ALOJADAS
En contraste, en pueblos de la Comarca, un grupo de estudiantes de Trabajo Social de la UCLM vinculados al Ateneo Rural Paulo Freire (ARPF) encontró casas y pisos disponibles. El caso más relevante lo presenta Mohedas de la Jara, en la que Óscar Sánchez Ledesma cedió cuatro pisos de 120 m2, administrados por Laura y Angelines, para alojar a estos refugiados.
Por el momento, se han ocupado con tres familias: cinco adultos de Kiev, cinco adultos y tres niños de Micolaiev, y dos madres y seis hijos menores de Cymn. Ya están empadronados todos y los niños asisten a la escuela. Este fin de semana se les ofreció una huerta próxima al pueblo, que fue acogida con entusiasmo.
En estos días deberemos acompañar a Toledo a las dos primeras familias -que llegaron en vuelos de SEPLA o en buses de Bomberos en ayuda- para que puedan solicitar protección internacional; de la tercera, cinco personas ya la tienen.
En otros pueblos de la Comarca como Lagartera, Oropesa, El Real de San Vicente, Talavera la Nueva, Alcañizo y Herreruela, la administración local asumió los costes de acondicionar las casas cedidas por particulares.
SOLIDARIDAD VECINAL
En Lagartera se abrió un aula de informática y una cuenta gestionada por cuatro vecinos para administrar las donaciones de los particulares para pagar los insumos como luz, agua, etcétera. Cáritas les provee de ropa y comida y, para algunos productos, disponen de una tienda sufragada por el pueblo. Se recaudaron fondos a través de actividades culturales y deportivas, como la carrera de 102 km que separan Torrijos de Lagartera, donde los corredores reciben donaciones que patrocinan cada kilómetros de su proeza.
En Mohedas la importante solidaridad vecinal se canalizó a través de su parroquia. En Almendral de las Cañada una familia ofrece una casa con un informe favorable de los estudiantes de Trabajo Social que la visitaron.
PETICIONES A LA JUNTA
La anterior información se la presentamos al Delegado de la Junta en Talavera, David Gómez Arroyo, el 11 de abril, solicitándole participar del Comité de Respuesta Integral de Bienestar Social para plantear otras cuestiones como las siguientes: el coste de los transportes, la oficina de extranjería y la repoblación de la zona rural.
Si bien RENFE y ALSA conceden viajes gratuitos a los ucranianos, la empresa que opera en nuestra comunidad autónoma todavía no ha considerado concederles abonos transportes para abaratar costes desde los pueblos a Talavera. Esto representa un importante inconveniente para personas que llegan con sus ahorros devaluados y con añoranzas de visitar centros urbanos similares a los de origen.
OFICINAS DE EXTRANJERÍA
Además del desplazamiento voluntario, existe otro de carácter forzoso para aquellos que llegaron por asociaciones solidarias sin haber podido registrarse como refugiados porque las oficinas de Pozuelo o Barcelona estaban saturadas. Las oficinas de Extranjería, según una resolución del Ministerio de Inclusión, operan en las capitales de provincia. Pero hay excepciones como Gijón que también posee Oficina, pese a distar 20 kilómetros de Oviedo, a la que se puede acceder en 15 minutos y gratuitamente por RENFE.
Este martes nos ha tocado ir a buscar en Mohedas (a 70 km de Talavera) a 5 personas de Kiev para llevarlas a Toledo (80 km) en un viaje de más de dos horas (cinco, si lo hicieran en bus), para que soliciten la protección internacional temporal; y el jueves el Ayuntamiento de Mohedas asumirá el traslado de otras ocho personas de Micolaev a la capital regional con el mismo objetivo.
ANTÍDOTO PARA LA DESPOBLACIÓN
En tercer lugar, planteamos algo crucial al Delegado de la Junta y pensamos reiterarlo ante el Delegado de Gobierno y la Presidente de la Confederación de Municipios y provincias en CLM, actual alcaldesa de Talavera: si bien lo que provoca toda esta demanda de refugio es una invasión criminal que continúa con el terrorismo nuclear, la solidaria acogida de estos ucranianos en los pueblos de todas las comunidades autónomas puede ser vista como una oportunidad para resolver la despoblación de zonas rurales.
Llegan familias jóvenes con niños que hacen que las aulas dupliquen el número de alumnos; personas jóvenes y adultas sanas, trabajadoras y bien preparadas. Es el momento de aplicar políticas públicas para que lleguen a desear quedarse una vez concluido el conflicto.
CELEBRANDO LA PASCUA
Finalmente, cabe destacar otras dos experiencias: para el Día Internacional del Trabajo Social, desde la asignatura Ciencia Política organizamos en la Facultad de Ciencias Sociales de la UCLM en Talavera una mesa panel sobre “Guerras y Refugiados” a cargo de Marian Vicol, médico pediatra, y su esposa Aurica, enfermera, ambos moldavos. Confiamos que este material videograbado se suba al espacio virtual de la universidad autonómica UCLM con Ucrania.
Por otro lado, el domingo pasado en el Jardín “El Vivero” de Talavera, nos reunimos casi un centenar de personas con unas 15 familias ucranianas, que celebraban la Pascua según el rito ortodoxo. Aurica había preparado los tradicionales huevos rojos, que los niños buscaron en la Casa de los Camineros.
Valeria coordinó la operación de cuatro coches para bajar a los 21 ucranianos de Mohedas. El sacerdote Aurelio de León se acercó a saludarlos, no faltaron canciones y danzas de Hannah de Cymn y Natalia de Bielorrusia que, en palabras de Katya le permitieron un día de alegría para mitigar el dolor de recordar que sus padres continúan en refugios de Kiev.
(*) Fernando Rovetta Klyver es profesor de Ciencia Política en UCLM y miembro de la Plataforma por la Paz en Talavera