La Cronica de Jesús S. Moreno
Plaza de toros de Toledo. Corrida con motivo de la festividad del Corpus Christi. Dos tercios de entrada en tarde de bochorno tormentoso. Cinco toros del hierro titular de Hermanos García Jiménez justos de presentación, destacando el jugado en sexto lugar y uno lidiado como cuarto, sobrero de la divisa toledana de Alcurrucén, bien presentado, enclasado y bravo en todos los tercios. Morante de La Puebla, silencio y ovación; Alejandro Talavante, oreja y silencio; Tomás Rufo, oreja y vuelta al ruedo. Saludaron Carretero y Fernando Sánchez en el tercio de banderillas correspondiente al tercero.
Tarde con cartel de relumbrón en la feria del Corpus de Toledo, con el regreso de dos figuras del toreo, como son Morante y Talavante, a la capital regional y la vuelta de uno de los triunfadores de la temporada, como es el caso del comarcano talaverano Tomás Rufo, que lo hacía on la estela de llegar y triunfar allí donde actúa, aunque si esta vez el triunfo no fue mayor la culpa la tuvieron los aceros.
Abría cartel el sevillano de La Puebla del Rio José Antonio Morante, cuyo primer enemigo se lesionó nada más pisar la arena del ruedo; una vez devuelto, se corrió turno y se lidió un ejemplar que tuvo poco fondo y con el que el sevillano se dió poca coba, siendo cierto que lo intentó por ambos pitones pero todo se quedó en eso, en intento.
Otro gallo cantó con el sobrero del hierro de los hermanos Lozano, un toro más hecho que desde los primeros compases de la lidia tuvo transmisión, yendo pronto y humillado al capote que le ofreció Morante, que le cuajó de principio a fin, pinturero en el quite por chicuelinas al paso y soberbio con el toreo a la verónica; con la muleta, mejor por el pitón izquierdo, donde hubo reunión y muletazos de trazo largo y encaje... Todo le funcionó al de La Puebla menos la espada, que le privó de un triunfo grande e hizo que todo quedara en saludos desde el tercio.
EL PEOR LOTE DE LA TARDE
El peor lote de la tarde le correspondió al extremeño Alejandro Talavante, cuyo primero no tuvo fondo ni entrega, aunque el diestro estuvo porfión y con ganas en una faena intermitente por ambos pitones, y de exposición; después de un cierre de faena por manoletinas y una buena estocada, le concedieron una oreja-
El segundo del extremeño fue un animal sin ritmo y engañoso, ya que lo que parecía ser su pitón más potable solo sirvió para confundir al personal porque en su segunda embestida ya arrollaba por dentro y sin entregarse; ante ello, Talavante se quedó sin opciones y el respetable respondió con silecio a sius intentos infructuosos de hacer faena.
TEMPLE Y CLASE
Tomás Rufo, por su parte, lo volvió hacer, brillando con luz propia ante dos astados de distinta condición. A su primero, que le duró muy poco, le dió embestidas templadas llevadas con majestuosidad, demostrando el joven pepinero que el temple es su sello, en una faena que culminó con una estocada y con la que recibió el premio de una oreja
En su segundo, aparte de ese temple, surgió la clase de Rufo ante un toro con embestidas profundas, pronto y con fijeza , al que el joven espada cuajó de principio a fin por ambos lados, destacando tandas por el pitón izquierdo con mucho ritmo, llevando al animal enganchado en los vuelos de la muleta y protagonizando una faena de máximos trofeos y puerta grande emborronada por el mal uso de la espada, cosa rara en el de Pepino.
Tomás Rufo, en fin, suma y sigue. Y Toledo continúa viéndole crecer.
Galería de Imágenes, Sánchez Moreno