S. O. S. desde Talavera: sufre obesidad mórbida, pesa más de 300 kilos y pide auxilio

Una información de Alicia Rodríguez

Conchi es el nombre con el que la llaman cariñosamente sus familiares y amigos, pero en realidad su DNI dice que es Pilar de la Rosa Iglesias, pertenece a la etnia gitana y tiene 52 años, además de una obesidad mórbida que no le deja vivir. Reside en un piso de Talavera de la Reina donde las zonas comunes están llenas de basura y los ventanales al exterior sin cristal.

La puerta de su domicilio está medio rota y, cuando entras en la vivienda, te la encuentras postrada en una cama de matrimonio en el salón.

Tiene dos hijos, Rebeca y Elías, que perdieron a su padre cuando eran pequeños en un trágico accidente en el campo; la 'niña' aún no se ha repuesto del trance y, aparte de estar medicada, cada cierto tiempo tiene que ingresar en el centro hospitalario de Salud Mental de la Ciudad de la Cerámica.

UNA HERNIA COMO UN BEBÉ

Conchi ya hace tiempo que no se pesa, pero la última vez -nos dice- rondaba los 300 kilos... y subiendo. Ahora, además de su sobrepeso, sufre una hernia "de entre 4 y 5 kilos", ya que -señala- "tiene la dimensión de un recién nacido". Cuando la hernia le duele -confiesa- siente que se muere con “un dolor intenso que no para”.

Su historia de cómo llegó a la obesidad mórbida que sufre no surgió hace dos días, sino que tiene más de 20 años.

SEIS AÑOS SIN SALIR DE CASA

Su hermana Florencia, que la quiere, la cuida y busca para ella "una vida mejor", nos cuenta que Conchi ya de pequeña sufrió una pequeña discapacidad en una de sus piernas, aunque ella "era feliz". Aparte de diferentes problemas conyugales que ahora prefiere no recordar, en 2008 empezaron sus cuitas con la bácula; pesaba 133 kilos y se intentó operar en el Hospital Ramón y Cajal de Madrid, pero la cosa no llegó a buen puerto y perdió la oportunidad.

Tiempo después, el ascensor de su casa se rompió, ella vive en un sexto, y dejó de salir a la calle. La última vez que lo hizo fue hace seis años y desde entonces está 'presa' de sus kilos en su propia casa. Los de pisar la calle actualmente lo ve algo imposible, ya que casi ni se puede mantener en pie porque le duelen mucho las piernas.

LAS AUTORIDADES SANITARIAS, INFORMADAS

Ha informado de su situación a trabajadores sociales de la zona y, aunque cuenta con el asesoramiento y apoyo de la Plataforma Nacional por los Derechos Humanos y de su presidente, Francisco Saavedra, que ha puesto en conocimiento del hospital talaverano Nuestra Señora del Prado el problema de Conchi, no le han dado la solución que demanda.

Según dice, le han ofrecido ingresarla en una residencia, pero ella no quiere dejar a su hija sola, dado que Rebeca también está enferma; ella lo que quiere, pide, demanda e implora es que la operen, pero -al parecer- el sobrepeso que sufre no lo permite...

A VIDA O MUERTE

Le han dicho que está en grave riesgo de empeorar su situación y, por supuesto, su salud, que en cualquier momento puede entrar en una fase "de vida o muerte", tanto por la hernia que sufre como por su sobrepeso. Por eso pide ayuda y lanza este S. O. S. a las autoridades sanitarias.

"Necesito ayuda, socorro", dice Conchi, que no quiere seguir en la 'cárcel' en la que para ella se ha convertido su casa en Talavera esperando cada vez más desesperada y temiendo que su sobrepeso y su hernia "acaben" con ella. "No quiero morirme, pido que me ayuden a vivir para no seguir muerta en vida", clama Pilar de la Rosa Iglesias.