Talavera de la Reina cuenta con unos centros educativos de primer nivel; tanto los colegios públicos, concertados o privados ofrecen una enseñanza verdaderamente sobresaliente y sus profesorados son un ejemplo de entrega, dedicación y amor por la docencia.
Este año, el colegio San Ildefonso de Talavera cumple cincuenta años de vida. Cincuenta años de un colegio mágico y diferente; su método de enseñanza mediante el programa MUS-E es enriquecedor, porque no se limita a la enseñanza de asignaturas a sus alumnos, sino que se preocupa también en educar en valores, en la motivación, la convivencia y fomento de la creatividad a través del arte para conseguir la inclusión social y educativa, sin importar credos, sexos, condición social o cualquier otra posible diferencia.
Durante estos años, el Colegio San Ildefonso ha fomentado la pedagogía artística, invitando a artistas en activo a realizar demostraciones prácticas de su arte y oficio, interactuando con los alumnos, motivándolos a utilizar su imaginación, desde edades muy tempranas, desarrollando su inteligencia emocional a través del arte.
Lo más sorprendente es la implicación por igual de alumnos y profesores, que utilizan estas actividades artísticas como herramientas para una educación integral, disfrutando de una diversidad de gamas y matices, logrando que el mensaje de unidad del grupo vaya más allá de las sesiones realizadas.
He tenido la enorme suerte de sentirme involucrado en muchas y variadas actividades del colegio, y por eso puedo hablar de primera mano y con conocimiento de causa de todo esto. Desde el primer momento te sientes partícipe de esta comunidad educativa, cercana, atenta e ilusionada, que vive con verdadera pasión su labor diaria y hace sentir que todos forman de un proyecto común.
Esa ilusión, esa luz, la transmiten los alumnos en sus ojos curiosos, siempre atentos y abiertos a nuevas formas de aprendizaje.
Además es muy importante, para los alumnos del centro, la mejora de su autoestima y el fomento de la creatividad a través de las diferentes disciplinas.
En resumen, el Colegio San Ildefonso de Talavera de la Reina, a través del programa MUS-E, una iniciativa única en el mundo implantada en varios países, con una filosofía de vida basada en el respeto y encuentro entre culturas y cuyo objetivo final es el desarrollo pleno de la persona, es un centro educativo único y ejemplar en Talavera y, por su especial idiosincrasia, en Castilla La Mancha.
Aunque hay algunos centros docentes más en España acogidos a esta forma de enseñar, el CEIP San Ildefonso destaca por su singularidad. Su joven profesorado, dirigido magistralmente desde hace años, y por recordar los últimos directores, Miguel Ángel, Juanjo, y ahora, en la actualidad, Amanda, levantan la admiración y preservan el enorme legado histórico de sus alumnos.
Puedo decir, desde la emoción, recordando a Miguel Ángel y a Juanjo, sus últimos directores, que “lo importante no es lo que se enseña, sino cómo se enseña”. Estoy seguro de que los niños no recordarán al profesor por la materia que les enseñaron, sino por la forma de tratarlos.
La sensibilidad, las buenas emociones compartidas, la búsqueda de una realización personal, todo eso forma parte de la herencia del gran humanista de ascendencia judía, Yehudi Menuhin, un maestro de la vida, creador del Proyecto MUS-E, Premio Príncipe de Asturias de la Concordia en 1997. Yehudi, quizás el máximo talento violinista del siglo XX, fue el primer músico judío en tocar con la Orquesta Filarmónica de Berlín después del Holocausto. Esa generosidad, y ese amor por la vida, fue lo que le llevó a crear la Fundación MUS-E.
También quiero recordar que el Colegio San Ildefonso fue reconocido hace años, por la Asociación Músico Cultural Always Elvis, con el Premio de La Música y Artes Escénicas 'Ciudad de Talavera'. Es el único centro educativo, hasta el momento, que tiene este reconocimiento de nuestra ciudad.
Mi enhorabuena, por estos cincuenta años de luz a todos los profesores, padres, alumnos, antiguos alumnos y a todos aquellos que, de una u otra forma, se sienten parte de este fascinante colectivo. Y mi gratitud por construir personas dignas y justas para nuestra sociedad. Muchas gracias.
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