Una información de Jorge López Teulón
El sacerdote Augusto Resino López ha recibido cristiana sepultura este jueves en el Cementerio Municipal de Talavera de la Reina, después de haberse celebrado sus exequias, a primera hora de la tarde, en el Tanatorio Hermanos Agüero de la Ciudad de la Cerámica.
Natural de Talavera, había nacido el 24 de febrero de 1930. Así que, hace unas semanas, había cumplido 93 años. Tras estudiar en el Seminario Conciliar de Toledo, recibió la ordenación sacerdotal el 4 de junio de 1955.
Su primer nombramiento fue de coadjutor de Urda (Toledo) [29/07/1955]. De allí fue enviado como ecónomo de El Ballestero (Albacete) [24/09/1955] en el arciprestazgo de Alcaraz; cuando la Archidiócesis aún atendía esos pueblos. Meses después volvió a su tierra natal en la que trabajó hasta que las fuerzas físicas le faltaron… Hablamos de 65 años…
Siempre estuvo vinculado a la educación católica: el 30 de noviembre de 1955 fue nombrado profesor de Religión y Moral Católica en el Instituto Nacional de Educación de Talavera. Después, el 27 de abril de 1974 pasaría como profesor de Religión al Instituto nº 2 de la misma Ciudad de la Cerámica.
COADJUTOR DE SANTIAGO Y CAPELLÁN DE LAS MM. BENITAS
Fue coadjutor de la parroquia talaverana de Santiago el curso 1967-68. En octubre de 1968, sustituyendo a don Pedro Arganda, recibió el nombramiento de capellán de las MM. Benitas de Talavera.
Cuando deja la capellanía, leemos en el libro de crónicas del Monasterio, «el 14 de octubre de 1976 cesa en la capellanía don Augusto Resino quien convivió con nosotras nueve años, desarrollando además una labor orientadora en el colegio [de San Benito, que tenían las cistercienses por aquellos años], por medio de charlas, preparación primeras comuniones… le sustituye don Julio Montero».
PÁRROCO EN PEPINO
Durante treinta años atiende la parroquia de La Purísima Concepción de Pepino, a nueve kilómetros de Talavera: primero como encargado desde el 8 de octubre de 1976, y luego como párroco desde 1991. En 2006, sería sustituido por Luis Miguel Triviño. Llegaba la hora de su retiro, con 76 años.
Tras su jubilación colaboró activamente en la parroquia del Sagrado Corazón de Talavera, con nuestro querido, popular e intrépido don Antonio Díaz-Corralejo. Tres años después, el 3 de febrero de 2009, recibió el nombramiento de adscrito a dicha parroquia.
DELICADO Y ENCANTADOR
El sacerdote Juan Manuel Sierra, canónigo de la Catedral Primada de Toledo, que fue párroco del Sagrado Corazón de Jesús de 2013 a 2019, nos lo describe como lo recordamos todos:
«Don Augusto era un hombre encantador. Un sacerdote que destacaba por su enorme delicadeza. Era muy cariñoso con los niños. Ya estaba jubilado, cuando fui párroco del Sagrado Corazón y él venía todas las tarde y las mañanas de los domingos. Siempre se podía contar con él. Recuerdo mucho la devoción que profesaba a la Virgen, en su advocación de María Auxiliadora. Finalmente, era un hombre muy culto, que leía mucho y estaba siempre atento a las novedades que se publicaban».
SUS ÚLTIMAS LECTURAS
De hecho, puesto al habla con la dueña de la librería talavera Artco, frente a la Estación de Autobuses, con la que recordaba haber hablado de don Augusto, nos refiere lo mismo:
«Don Augusto era un hombre muy equilibrado, muy culto y abierto a las novedades. Cuando ya no podía venir a la tienda, por más de cuatro años le he estado llevando los libros que me pedía a su casa. No hace 20 días, la última vez. Un libro sobre el cardenal Ravasi. Y era asiduo lector de la revista Vida Nueva. Nunca le escuché quejarse de nada».
Al entrar el nuevo párroco, don Santiago Arellano -en septiembre de 2019- y durante esos meses hasta que comenzó la pandemia, acudían a recogerle en coche y seguía yendo a ejercer el ministerio al Sagrado Corazón.
UN HOMBRE DE DIOS
Estos últimos años la parroquia de los Santos Mártires, a la que pertenecía el domicilio familiar, y las Misioneras Seculares de San Bonifacio le han atendido espiritualmente. Don Francisco Javier González Martín, el párroco de Santos Mártires, insistía como todos: «Era un hombre de Dios, extremadamente delicado con todo… La última vez que le visité me besó la mano, y me dio las gracias por mi sacerdocio y por atenderle con los sacramentos».
Descanse en paz, don Augusto Resino, el siervo fiel y prudente.

Eucaristía de Acción de Gracias, el 22 de junio de 2017, por las bodas de plata de la parroquia del Sagrado Corazón de Talavera, presidida por el Arzobispo Braulio Rodríguez con don Augusto en segundo término, a la derecha