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Audiencia del Santo Padre a miembros de la Fundación en la Sala Clementina de El Vaticano

Su Santidad el Papa Francisco, dirigiéndose a los miembros de la Fundación Madre de la Esperanza, de Talavera, desplazados a Roma
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Su Santidad el Papa Francisco, dirigiéndose a los miembros de la Fundación Madre de la Esperanza, de Talavera, desplazados a Roma

Así ha sido el cariñoso recibimiento del Papa Francisco a la expedición de Madre de la Esperanza de Talavera

Por La Voz de Talavera
lunes 17 de abril de 2023, 11:12h

Este 15 de abril de 2023 ya es una fecha histórica para la Fundación Madre de la Esperanza, de Talavera de la Reina, porque este sábado ha sido el día en el que el Papa Francisco ha recibido en audiencia a un grupo de miembros de la misma, con motivo de la celebración de haber cumplido 50 años atendiendo a las personas con discapacidad intelectual de la Ciudad de la Cerámica y la Comarca.

La expedición talaverana, integrada por usuarios, familiares, profesionales, voluntarios y benefactores de la Fundación, ha visitado al Santo Padre acompañada por el Arzobispo de Toledo y presidente del patronato de la propia institución de titularidad diocesana, monseñor Francisco Cerro Chaves.

Los 160 peregrinos procedentes de Talavera han sido recibidos por el Papa Francisco en la Sala Clementina de El Vaticano, donde Su Santidad les ha saludado con estas palabras: "Me alegra mucho que estén hoy aquí y que puedan compartir conmigo y juntos la fiesta de la Resurrección del Señor. Una fiesta que se prolonga y que todavía celebramos en esta vigilia del Domingo de la Misericordia".

"Sé que ustedes también tienen otro motivo para celebrar, nada menos que cincuenta años unidos para trabajar y crecer juntos, que es algo muy hermoso", ha añadido el Papa, Jorge Mario Bergoglio, señalando que "el camino de la vida es como ese viacrucis que ustedes organizan todos los años para acompañar al Nazareno".

"USTEDES LLEVAN A JESÚS A LOS DEMÁS"

"Por un lado -ha continuado el Santro Padre-, hay que preparar muchas cosas, escuchar, aprender, experimentar; en definitiva, ayudarse unos a otros, teniendo muchas veces la humildad de reconocer que no podemos hacerlo solos. Después hay que pedirle al Señor la valentía de salir a la calle, llevando su imagen para que todos lo puedan contemplar. Y así, ustedes llevan a Jesús a los demás, aunque no se den cuenta, y lo llevan con sus gestos, con sus cantos, con sus oraciones. ¡Y es hermoso que en nuestra pequeñez, podamos ser testigos de Jesús, misioneros de su misericordia, misioneros de su amor!".

Vicente del Bosque, padrino del Cincuentenario de la Fundación Madre de la Esperanza de Talavera

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"En la vida, como en ese viacrucis, todos tenemos un trabajo, una tarea. Jesús nos mira y se alegra de nuestro esfuerzo y del amor que somos capaces de trasmitir nosotros. Algunos de ustedes son artistas, hacen verdaderas obras de arte, que después se venden. Ser capaces de ganarse la vida es importante, porque el obrero merece su salario, pero creo que el beneficio del trabajo es mayor para aquellos que reciben esos pequeños objetos, tal vez como regalo, y ven todo el cariño que ustedes han sido capaces de poner en su fabricación", ha indicado Su Santidad.

CAPACES CON DISTINTAS CAPACIDADES

"Qué importante sería que en la labor de cada persona fuésemos capaces de ver toda la ilusión de aprender, la paciencia de sus maestros para enseñarles, el trabajo en equipo que es capaz de hacer que las distintas capacidades de cada uno converjan en un resultado final que es de todos. Y todo este amor, en una cosa tan pequeña... Parece increíble", ha contiuado el Papa Francisco en su saludo a los peregrinos talaveranos de la Fundación Madre de la Esperanza.

En sus palabras llenas de cariño hacia los representantes de la Fundación, Bergoglio les ha explicado que "he visto en una foto que ustedes en su viacrucis llevan a Jesús cautivo. En esta imagen, Jesús tiene las manos atadas y una cruz bordada en un pequeño escapulario. Jesús se viste así para que nos demos cuenta de que muchos hermanos y hermanas que están a nuestro lado no se sienten capaces de hacer las cosas como los demás, y creen que tienen las manos atadas. Pero esto no es verdad, todos juntos, con Jesús, podemos hacer muchas cosas buenas".

"NO SE OLVIDEN DE REZAR POR MÍ"

"De esa forma -ha continuado- ustedes son las manos de Jesús cuando trabajan unidos. Son también sus pies, su voz, su corazón, cuando salen a compartir con los demás la alegría de haberlo encontrado. ¿Y cómo? Dando gracias a Dios por sus papás, por sus hermanos, por sus maestros, por sus sacerdotes, por todas las personas que los quieren a ustedes (...) La cruz bordada, de colores, los invita a soñar con la resurrección. Jesús vino al mundo para enseñarnos el camino del cielo, para abrirnos sus puertas, y esta es la gran alegría que celebramos en la resurrección: somos libres para hacer el bien, para caminar juntos hacia esa meta".

"Y nuestra cruz -es decir, el esfuerzo, la paciencia, la fatiga- tiene como resultado una hermosa obra de arte, llena de color y de esperanza, que prendida en nuestro corazón nos da la fuerza y nos anima a seguir adelante. Que este sea nuestro propósito, al menos para los próximos cincuenta años: trabajar unidos y agradecer llenos de gozo porque Jesús nos ha elegido para esta gran misión. Que Jesús los bendiga y la Virgen Santa, la Madre de la Esperanza, los cuide siempre. Y, por favor, no se olviden de rezar por mí. Gracias", ha concluido el Santo Padre.

ATENCIÓN A MÁS DE 400 PERSONAS

Desde la Fundación Madre de la Esperanza, de Talavera, se ha agradecido el gesto del Papa Francisco al recibirlos en el Vaticano, subrayando que en la actualidad atiende a más de 400 personas con discapacidad intelectual o del desarrollo y sus familias en los diferentes servicios que han ido poniéndose en marcha a lo largo de estos 50 años de vida para apoyarles de manera integral en su proyecto de vida: atención temprana, centro de educación especial, centro especial de empleo, talleres ocupacionales, hogar de menores tutelados, viviendas con apoyos, servicio de capacitación laboral, servicio de ocio inclusivo y voluntariado.

Al cumplirse este año su medio siglo de vida, se recuerda que fue el cardenal Marcelo González Martín, arzobispo de Toledo, quien en 1973 puso en marcha en Talavera un Centro de Educación Especial y unos Talleres ocupacionales para personas con discapacidad, "bajo la protección de la Virgen María con la advocación Madre de la Esperanza, en respuesta a la iniciativa de unas familias católicas que deseaban proporcionar a sus hijos con discapacidad intelectual un futuro de dignidad, de desarrollo personal y de plena inclusión en la vida de la sociedad", objetivos que se han ido cumpliendo de forma sobresaliente.

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