Buenos días, queridos lectores de La Voz de Talavera. Recién cumplidos los 45 años de profesión periodística, este martes 23 de mayo de 2023 dejo la Dirección de este medio y la actividad informativa diaria para jubilarme y dedicar mi tiempo a la familia, especialmente a mi esposa, mis hijos y ahora también a mi nieta, que han sido los grandes damnificados de este medio siglo que he dedicado a mi vocación, el Periodismo; cinco años hasta obtener la Licenciatura en la Facultad de Ciencias de la Información de la Universidad Complutense madrileña y los otros 45 trabajando en distintos medios como profesional de la Comunicación.
Ha llegado la hora de dar un paso al lado y ceder el testigo a quienes con su nuevo proyecto y equipo puedan asegurar el futuro de La Voz de Talavera, la de todos ustedes, amables lectores, y la de la cabecera decana de la prensa en Castilla-La Mancha que tuve el honor de recuperar para la causa de la Ciudad de la Cerámica y su Comarca tras varios lustros 'secuestrada' por quienes desde 1978 la mantuvieron arrinconada en el 'cajón del olvido', hasta que en 1994 tuve la satisfacción de rescatarla y poder devolverla a Talavera y los talaveranos, por y para los que nació.
Desde entonces, he procurado seguir el camino marcado por los fundadores de esta Voz, Juan Antonio Castro, Enrique Ginestal, Ildefonso de la Rocha y Bartolomé Nicolau, y su primer director, Francisco Fernández-Vegue, que ya en el primer número del entonces semanario impreso, el 29 de octubre de 1952, establecieron su objetivo: "Hacer de La Voz de Talavera algo muy nuestro, sin caer en la tentación de lo personal, que a nadie interesa... Ser portavoz de las inquietudes, esfuerzos y trabajos de nuestro pueblo (...) sin renunciar a la crítica, sin la cual no puede haber eficaz colaboración...".
No sé si lo he conseguido, pero sí puedo asegurar que he puesto todas mis ganas, esfuerzo e ilusión en ello.
Ahora, al cabo de estos nueve lustros, tan enriquecedores tanto en lo personal como en lo profesional, doy un paso al lado, pero no atrás; dejo la actividad periodística laboral-empresarial, pero no renuncio a ejercer de periodista, porque eso es lo que he sido, soy y seré, aunque ahora desde un plano distinto, seguramente más particular y subjetivo y, por ende, menos profesional, pero siempre A Viva Voz, con la misma honradez y el idéntico afán de todos estos años: servir y ser útil a mi Muy Noble y Muy Leal Ciudad de Talavera de la Reina.
Ojalá que lo que esté por llegar sea mejor para todos; para mí y para ustedes, amables y fieles lectores de La Voz de Talavera. Hasta siempre.